Haz un alto en el camino en la Estación de Servicio La Farga, una de las últimas incorporaciones a la Red de Estaciones de Servicio AVIA. Además de repostar, podrás recuperar energías en su coqueta cafetería y disfrutar de las comodidades de esta estación recientemente renovada.
Desde aquí llegarás casi sin darte cuenta a Banyoles. ¿Sabías que la localidad fue sede olímpica durante las olimpiadas de Barcelona ’92? Lo fue gracias a su lago –el más grande de España–, en el que se siguen celebrando numerosas actividades deportivas, algunas de carácter internacional. Pero en la localidad hay más cosas que hacer. Te proponemos algunas.
1. Báñate en el lago más grande de España
Con sus 6.650 metros de perímetro, el Estany –así le llaman modestamente en Banyoles– es nada menos que el mayor lago de España y uno de los principales atractivos turísticos de la localidad. Las propiedades de sus aguas son reconocidas. De hecho, el Estany albergó hace décadas el Balneario de la Puda, con aguas sulfurosas de fama acreditada.
También podrás hacer piragüismo y kayak –el windsurf, el esquí acuático y actividades similares están prohibidas– y, por supuesto, practicar senderismo y BTT en las rutas que rodean el lago.
Para los más perezosos, os recomendamos el Tren Pinxo, un pequeño tren turístico que recorre el lago y el centro histórico de Banyoles durante unos 40 minutos.
Acercaos a las pesqueras, uno de los elementos más emblemáticos del Estany. Se construyeron a finales del siglo XIX como plataformas de pesca, aunque actualmente se utilizan más para actividades recreativas. En 1996 fueron catalogadas como Bien de Interés Nacional.
2. Descansa en la Plaza Mayor
El casco antiguo conserva edificios de gran valor histórico y patrimonial como la iglesia de Santa Maria dels Turers, el monasterio de Sant Esteve, la Muralla o la Plaça Major. Ésta es para muchos, una de las plazas más hermosas de Cataluña. El ilustre escritor y periodista Josep Plà escribió en Un petit món del Pirineu que “La plaza porticada de Banyoles es una maravilla. Estoy enamorado de ella. (…). Si pudiera, viviría aquí. (…) Sería como vivir en Italia”. Es el principal centro de la vida comercial de la localidad y donde se celebra el mercado cada miércoles desde el siglo XIII.
3. Date un homenaje gastronómico
La gastronomía bañolense es una exquisita combinación de mar y montaña, de dulce y salado que perdura desde hace siglos. Algunas de las creaciones más conocidas son el pato con higos, los caracoles “a la llauna”, el arroz de montaña, las patatas rellenas, el conejo de bosque estofado, las galtas de cerdo, la sepia con albóndigas o los caracoles con pulpo.
Si te gustan los dulces, tienes que probar la típica torta de almendras –un bizcocho con más de 150 años de tradición–, los rocs del Estany –unos bombones muy típicos de la zona– y las cansaladas –pequeñas porciones de bizcocho estrechas y alargadas, cubiertas de azúcar y con un ligero gusto a limón–.
